domingo, 21 de febrero de 2010

de salud mental y otras cosas locas

"La mitad de los jueces peruanos tienen problemas mentales"

¡Aleluya!

Los jueces nunca me han caído bien, posiblemente en esa actitud haya influido mi trabajo en un club donde algunos de ellos iban a beber y desde donde pude observarlos impunemente, pero eso de que estén locos, me deja algunas dudas. Corruptos son algunos - más de lo tolerable - muchos están bastante doblegados por las pulsiones humanas (por algo son abogados) pero locos, locos, no, en mi modesta opinión ninguno de los que vi se merecía ese privilegio que daban los dioses

¿y como se sabe que lo están?

El diario "La Primera" atribuye hoy este premio a un estudio elaborado en enero de 2008 por (los doctores, doctores) Alberto Perales Cabrera y Héctor Chue Pinche, integrantes de la Asociación Psiquiátrica Peruana

Este estudio, siempre según "la Primera" fue realizado a pedido del Consejo Nacional de la Magistratura (CNM) y se basó en una "prueba", aplicada a una muestra de 200 magistrados que participaron en el proceso de evaluación y ratificación del CNM ese año.

"Una prueba" permitió detectar la presencia de "trastornos depresivos" y "trastornos ansiosos" en el 30% de los jueces.

"Una prueba" logró la maravilla de diagnosticar "trastornos de personalidad" en el 50% de los jueces y "patologías mentales" en 25% de ellos.

Paaasumaaaadre,

Esta “prueba" - que ha consistido en entrevistas y, claro, test - es una tontería. No es ni puede ser científica, no se puede afirmar eso, detectar una enfermedad mental, es realmente una cuestión difícil.

Sería muy bueno preguntarle a los doctores Alberto Perales Cabrera y Héctor Chue Pinche, si su prueba permite encontrar sicópatas, de ser así, sería muy útil en la policía, en los establecimientos penales, en los colegios. Apuesto que no, que no se puede. Pero, agaaaarrense bien, que si los doctores Alberto Perales Cabrera y Héctor Chue Pinche, dicen que están locos, pues lo están.

No hay nada peor que estar loco, y por muchos motivos, para dar un sólo ejemplo: todo enfermo -a menos que no pueda expresarse y sus familiares con amor lo hacen por él- tiene opinión y voluntad, puede decidir, puede decir NO, no quiero esa intervención, no quiero ese tratamiento, por lo menos decir: infórmeme en la medida de mi capacidad -intelectual, cultural- de que trata esa intervención o en que consiste ese tratamiento (ese es un derecho inalienable que tiene todo paciente)y decidiré si lo acepto. menos, menos… ¿adivinen quien?. Si pues, esos están con-fundidos, y bien fundidos, nadie se los toma en serio ¿también pues? ¡mira que tomarse en serio a un loco!, ya pues.

y así el "premiado" goza de la situación más lamentable que pueda haber entre todos los incapacitados, es peor aún, su testimonio vale menos que un resfriado.

¡Chápenlo que no quiere quedarse aquí y se escapa!, él no sabe que es por su bien que está encerrado, pobrecito, no es capaz de decidir por si mismo, para eso estamos nosotros, y va a seguir loco hasta que decidamos (científicamente y sin lugar a reclamo) que ya no lo está, no lo está tanto, y podrá salir con la seguridad de no hacer o hacerse daño - ¿cómo podría asegurarse eso si no es quedara completamente idiota?

las drogas que le imponen sin que pueda él negarse a tomarlas (violencia incluida), lo vuelven idiota, el tratamiento que le imponen sin que pueda él negarse a recibirlo, (¿cómo vas a desobedecer al médico Marita?) lo vuelven idiota, ¿no me creen? pregunten al que sepa- intenet incluido- ¿qué es Aldol?. y después me cuentan.

Que algunos jueces se lo merecen, sin duda que sí. Pero que algún rata (bata) blanca lo decida... sólo sí Dios le ha dado personalmente y en ceremonia pública - y filmada por, no menos de, seis grandes cadenas - esa credencial, sino, váyanse a bañar con la mamá de su mamá...

Se dice haber hallado en los jueces un 30% de "trastornos depresivos y ansiosos", 50% de "trastornos de personalidad" y 25% de "patologías mentales" ¿a alguien se le ocurre alguna razón para que en otros profesionales NO existan las mismas cifras? Algunas tareas son, -por lo regular- estresantes, por ejemplo; la labor de los policías, de los militares, de los periodistas, de los profesores y –claro- hasta de los médicos. ¿Qué se podrá hacer con tanta gente loca en un mundo fuertemente competitvo y con tan alta demanda laboral?

Artículo original

Como nos interesa la historia. Es bueno repasarse ésta. Y el verbo repasar, adquiere aquí, características fúnebres y bélicas más que estudiantonas o chanconas. Son en total 10 videos, hay personas que pueden dar fe de la veracidad de algunas experiencias que aquí se retratan









3 comentarios:

  1. "¿A quién acudir cuando me siento mal?
    Son muchas las personas que me preguntan o se preguntan a quien acudir cuando se dan cuenta que tienen un problema psicológico. Las diferencias son importantes. En general piensan en un psiquiatra o un psicólogo para que los ayude. A pesar de que en realidad dependerá del caso ninguno de los mencionados podrá ayudarlos si no son psicoterapeutas. Me explico: la mayoría de los psiquiatras han estudiado medicina tradicional y en los últimos años de su carrera se han especializado en psiquiatría. Como fuera y salvo por algunos cursos de psicología, su formación no los prepara para ser psicoterapeutas por la sencilla razón de que no existe este tipo de formación en ninguna universidad. Entonces lo que hacen es diagnosticar al paciente, como haría cualquier médico especializado en un órgano, colocarlo en algún cuadro clínico según un manual de psiquiatría estandarizado (como si fuera posible poner las infinitas diferencias entre cada ser humano, como huellas digitales existen, en unos cuantos cuadros clínicos) y en base a ello buscar en su vademécum lo que señala algún laboratorio para tal cuadro y luego recetarle la medicina o medicinas indicadas que en general son tranquilizantes. Esto sólo puede servir como paliativo pero es obvio que una pastilla no puede “curar” o resolver un problema generado a lo largo de toda una historia de relaciones personales conflictivas. Los tranquilizantes son importantes cuando el nivel de angustia o “dolor” psicológico resultan tan intolerables a la persona que no le permiten pensar, pero necesariamente deben ir acompañados de un tratamiento psicoterapéutico que vaya relacionando a la persona con su conflicto y la ayude a resolverlo. Si el psiquiatra no ha recibido un entrenamiento adecuado y no ha pasado él mismo por la experiencia es muy poco lo que podrá hacer más allá de dopar a la persona que acuda por su ayuda y estará haciéndole perder un tiempo que puede ser muy valioso a su paciente.
    Lo mismo y aun peor sucede con los psicólogos. Las universidades preparan a sus psicólogos para tomar pruebas, evaluar la personalidad y observar conductas pero no forman ni entrenan psicoterapeutas. Así que si un psicólogo, aunque este graduado, sin esta formación intenta ayudar a una persona lo que estará haciendo es jugar irresponsablemente al psicoterapeuta haciéndole perder el tiempo. En otras palabras no puede ayudar más ni mejor que cualquier buen amigo o pariente que pueda buenamente dar su opinión y dar un consejo.
    Contrariamente un psicoterapeuta bien entrenado, sea psicólogo, psiquiatra, médico o de alguna otra carrera más o menos afín si podrá ayudar adecuadamente a que una persona aquejada psicológicamente pueda encontrar una forma de resolver su problema.
    El entrenamiento psicoterapéutico, en nuestro caso de corte psicoanalítico, se recibe en escuelas o institutos y mayormente toma 4 o 5 años de formación y durante los cuales el estudiante pasa por la experiencia del tratamiento a cargo de algún psicoanalista experimentado.
    Este tratamiento si puede ayudar realmente a la persona porque le ofrece una relación saludable que promueve la auto observación de una manera peculiar analizando su situación y haciéndole tomar conciencia de lo que realmente esta sucediendo detrás de sus síntomas."


    http://pensarlospensamientos.blogspot.com/search?updated-min=2008-01-01T00%3A00%3A00-08%3A00&updated-max=2009-01-01T00%3A00%3A00-08%3A00&max-results=8

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  2. "La quimera de los psicofármacos
    Leyendo el articulo sobre mito y realidad de la depresión en el Somos 1115 me resulta increíble que aun se pueda pensar algo que va en contra del más elemental sentido común. ¿Cómo un mal psicológico, en el caso depresión pero podría ser otro cualquiera, que lastima a una persona y que podría deberse a una muy mala relación desarrollada desde un inicio en el seno familiar pueda ser "curado" con una pastilla? Además se menciona cómo el "único tratamiento comprobado para curar y conjurar a la depresión" haciendo tasa rasa de los diferentes motivos que puedan haber ocasionado el mal en cuestión. Es absurdo e insostenible y fuera totalmente de la realidad actual, no estamos hablando de una diabetes señores!. Lamentablemente demasiados psiquiatras y psicólogos son totalmente ignorantes en cuanto a técnica psicoterapéutica se refiere. Ninguna universidad enseña esto si no que es necesario prepararse y entrenarse luego como una especialidad aparte, pasando por el proceso mismo durante varios años, para poder comprender el método. A lo largo de mi práctica profesional he visto a muchas personas que han pasado por psiquiatras y/o psicólogos que sin ninguna preparación ni entrenamiento han jugado al psicoterapeuta haciéndoles perder tiempo y dinero irresponsablemente sólo porque leyeron a Freud o algún otro autor como si eso les diera el conocimiento y la experiencia necesarias para poder ser un instrumento de cura que es lo que somos los psicoterapeutas. Esto además de no servir para nada en la mayoría de los casos, denigra nuestra especialidad haciéndola parecer "de resultados lentos" o peor aun inútiles. Cuando los que estamos en esto sabemos de tratamientos más focalizados y de resultados más prácticos.
    Muchos psiquiatras son sólo médicos y aunque sean muy buenos deberían limitarse sólo a prescribir una receta después de una evaluación concienzuda porque no están preparados para nada más. Con los psicólogos es peor aun porque su paso por la universidad en la mayoría de los casos sólo sirve para tomar algunas pruebas o estudiar conductas pero de ninguna manera para ejercer una labor como psicoterapeuta.
    Sin una psicoterapia es imposible que una persona pueda elaborar y procesar sucesos que marcaron su vida. Ciertamente hay casos en los que el problema sólo se debe a un desbalance bioquímico que puede haber sido heredado genéticamente y en ese caso si funcionaria un tratamiento exclusivamente médico pero esto sucede en una minoría.
    Ojo no estoy en contra del uso de psicofármacos y de hecho cuando en mi trabajo detecto que una persona necesita tomar medicación para aliviar un sufrimiento inmediato que nos impide trabajar, le recomiendo un psiquiatra que le recete algo mientras continuamos el proceso hasta poder descubrir juntos algo que lo libere no solo de su mal sino de todo tipo de dependencia psicológica innecesaria, tanto farmacológica como más adelante analítica también."

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  3. “me causó la viva impresión de… que, en cualquier momento, aparecerían batas blancas, jeringas goteando pócimas sedantes, enfermeros musculosos y dispuestos a dominar al paciente”. Torero o matarife, 27 de Febrero del 2010 http://www.diariolaprimeraperu.com/online/columnistas/torero-o-matarife_57346.html

    creo que todos los fenómenos que podemos ver se explican desde la ley del más fuerte, desde la lógica del poder, son demasiado frecuentes falacias como "tengo razón por que tengo títulos", "tengo razón por que soy autoridad".

    se puede entender el colegio, el hospital, y lo mismo el cuartel o la oficina gubernamental si se observa las jerarquías y el autoritarismo de base en todas las relaciones, este es el problema de fondo, el mal ejercicio del poder, tienen poder demasiadas personas que no están preparadas para ejercerlo con arreglo a laley, con humanidad, sin la ferocidad de la avidez. la historia de la psiquiatría es un buen ejemplo

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