En la imagen el cráneo del Cerrejonisuchus improcerus, remoto antepasado de los cocodrilos encontrado en el norte de Colombia. (scienceblogs.com)
La mayor serpiente del mundo, la Titanoboa Cerrejonensis, que vivió hace sesenta millones de años, tenía como presa predilecta nada menos que a un remoto antepasado de los cocodrilos.
Un grupo de investigadores de la Universidad de Florida encontró los fósiles de la nueva especie de cocodrilo en El Cerrejón, una de las más grandes minas de carbón a cielo abierto del mundo, ubicada al norte de Colombia. Los restos de la Titanoboa, miden 14 metros de largo y 1,25 toneladas de peso.
Un grupo de investigadores de la Universidad de Florida encontró los fósiles de la nueva especie de cocodrilo en El Cerrejón, una de las más grandes minas de carbón a cielo abierto del mundo, ubicada al norte de Colombia. Los restos de la Titanoboa, miden 14 metros de largo y 1,25 toneladas de peso.
El estudio arrojó que el fósil encontrado es un cocodriloforme, que fue bautizado como “Cerrejonisuchus improcerus”. El animal medía entre 1,83 y 2,13 metros de largo, lo que lo convertía en presa fácil de la Titanoboa.
El tamaño del ‘Cerrejonisuchus’ sorprendió a los expertos debido a que es muy pequeño en comparación con los reptiles que vivían en el Cretáceo Tardío.
Los fósiles de ambas especies fueron encontrados uno al lado de otro, por lo que los científicos suponen que este lagarto era la presa favorita de la serpiente más grande del mundo.
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