jueves, 4 de marzo de 2010

acción psicológica



Todos necesitamos, siempre de un empujón anímico, a veces, cuando pasamos por un período de crisis, el empujón es ineludible.

No hay nada mejor cuando el empujón nos lo pegamos nosotros mismos (el gol de Juan Carlos Oblitas en el “Parc des Princes” el año 1982 es el ejemplo clásico) el auto-empujón, el empujón autónomo nace de lo que en la vida militar se llama “moral”, la “moral militar” se refiere a la fortaleza anímica, permite que un cuerpo agotado siga luchando, que viéndose en inferioridad se mantenga la fe, que en las condiciones más difíciles se conserve la disciplina; el poema "piu avantí", es muy claro. .

Hay tanta gente que no puede auto-animarse, para ellos se inventó Paulo Coelho - sobrestimado como literato - o Deepak Chopra, (por mencionar a dos nada más) que han descubierto ellos solos sus tesoros con el cuento de hacer autónomas a las personas, cuando en realidad las necesitan dependientes, sino ¿Quién les compra libros?

Pero para animar pueblos enteros hacen falta otros especialistas, estaba viendo entre mis cosas y me encontré algo del segundo gobierno de Belaúnde, lo comparto con ustedes. Es el ejemplo más sencillo de acción psicológica que he visto

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